Sesión 12/11/15 - RSC según Friedman y Porter
En la clase de hoy hemos reflexionado sobre la importancia de la RSC, una cuestión innegable hoy en día en el entorno empresarial por la influencia que tiene en la reputación de las organizaciones. Además, Magda Mut también nos ha planteado dos posturas de la RSC de la empresa: una la de Friedman y otra la de Porter. Tras investigar sobre ellas para completar la información, puedo haceros un breve resumen sobre ambas.
Uno de los planteamientos más conocidos respecto a la RSC es el del reconocido economista liberal y Premio Nobel de Economía en 1976, Milton Friedman. Hace ya casi cuatro décadas, este economista hizo referencia a la RSC en uno de sus artículos publicados en el New York Times. En él, Friedman señalaba que la única responsabilidad social de los gerentes es “aumentar al máximo las utilidades obtenidas por la empresa para sus accionistas” y añadía que el “comportamiento socialmente responsable es más propio de las personas que de las organizaciones” y por ello la responsabilidad “debe recaer sobre las personas y no en las empresas”.
Esta teoría ha sido discutida y ha generado discrepancias entre múltiples teóricos como Mulligan, Gallagher o Frederick, pues estos, consideran esta teoría demasiado superficial y cuyos argumentos son contradictorios.
El primero identificaba ese concepto como el “punto de partida de la discusión conceptual, especialmente respecto de su capacidad de revolucionar los cimientos de la economía de libre mercado en los Estados Unidos”, mientras que Lee “reconoce los postulados como la objeción más prominente contra la responsabilidad social”.
El Premio Nobel de Economía también cuenta con apoyos como el de Porter & Kramer, quienes ensalzan que Friedman señalara abiertamente que las contribuciones benéficas debían realizarlas las personas, ya sean accionistas, empleados, gerentes, y no la organización. Sin embargo, a comienzos de 2011 en la Harvard Business Review estos teóricos publicaron un artículo titulado “Creating Shared Value” en el que defendían que las empresas y la sociedad debían unir esfuerzos para obtener un beneficio común (Corporate Shared Value o Valor Compartido); una nueva manera de alcanzar el éxito económico.
Porter mantiene que para conseguir ese valor compartido y, por tanto, alcanzar el éxito económico, se debe crear valor económico, de manera que éste suponga un valor también para la sociedad satisfaciendo sus necesidades.
Desde mi punto de vista, esta última postura es hoy en día la que parece más acertada, pues como reflexionaba Paolo Pizzolante en “Dircoms de Marte” los públicos han cambiado y ya demandan empresas que sean socialmente responsables. Al público ya no sólo le interesa qué hace la empresa, qué produce o qué oferta, sino que le preocupa en qué invierte dinero, con qué se compromete, y que sea congruente con lo que comulga. Por tanto, la creación de valor supone una ventaja competitiva para las empresas muy atractiva y que considero que las entidades deberían trabajar por alcanzar/crear.