Sesión 22/10/15 - Velar por la Reputación
Como tras cada clase teórica, me dispongo a realizar una breve aproximación y síntesis sobre lo que, en ella, Magda ha tratado. En este sesión se ha profundizado en examinar qué es la Reputación de una empresa y por qué es tan importante velar por ella.
Las principales características de la Reputación son:
La multidimensionalidad, ya que la Reputación tiene una variedad de dimensiones
Obedece su formación a un proceso social complejo
No es algo que se consiga en un espacio temporal reducido, sino que es de lenta acumulación
Suele manifestarse o producirse en circunstancias únicas, lo que hace más difícil su réplica
Es especifica para cada empresa
Como dircoms, debemos velar por ella. El director de comunicación es el estratega de la reputación corporativa y la gestiona de dos formas: siendo el vigilante de la reputación y por otra acrecentador de la reputación.
La primera la hace velando por la reputación existente y consolidada y, además, descubriendo y solucionando los riesgos reputacionales; La segunda tarea, la de hacer acrecentar o mejorar esa reputación lo hace dominando por completo el contexto social. Y, para que el director de comunicación pueda trabajar sobre la reputación de una empresa, debe llevar a cabo acciones. Para ello, debemos tener en cuenta que con un riesgo, puede ganar una oportunidad de negocio si realiza una buena resolución del caso que se le presente.
Para ello, debe contar con una buena cultura corporativa que forme parte de la identidad. Así, es recomendable que el dircom observe el punto en el que se encuentra la empresa y conozca qué expectativas tienen sobre ellos los stakeholders, así como asegurarse de que éstos conozcan las buenas prácticas de la entidad para obtener el máximo beneficio posible, en términos de reputación.
Por otra parte, es favorable contar con una cultura corporativa formada por la credibilidad, el compañerismo, el trato justo entre iguales y superiores, etc. En este sentido, la empresa debe contar con líderes que sepan delegar funciones y transmitan confianza, que sean percibidos como personas capacitadas y cualificadas para ocupar los puestos que ocupan y se muestren, además, cercanos.
Para finalizar, demostrarle al empleado que te preocupas por que pueda conciliar la vida familiar con el trabajo genera un sentimiento de satisfacción en ellos, que, muy probablemente, mejore incluso su productividad en el trabajo.