Ejercicio propuesto (Lecturas) - Sin Identidad no hay Reputación
Hoy os traigo algunas ideas claves que esta semana extraje de algunas lecturas complementarias sobre la Identidad y la Reputación Corporativa. Primero os haré una aproximación a lo que extraje de ellas y al final de esta entrada os plantearé unas dudas que me surgieron al respecto y que sigo considerando.
¿Qué entendemos por Identidad Corporativa? A grandes rasgos, podemos decir que es aquel intangible de una organización que permite diferenciar una marca de otra y que explica la reputación que posteriormente una empresa ha generado. Es la expresión de la marca, cómo la define el público, como la concibe, con qué la relacionan, en definitiva, es el corazón de la empresa. Es gestionada y creada por el stakeholder interno. La identidad, por tanto, es el conjunto de características de una marca ligadas a su cultura –visión, valores, creencias, actitudes y comportamientos–.
Hay 3 elementos que permiten que en la identidad se exprese y concrete la promesa de la empresa y luego el público o grupo de interés la reconozca en la reputación:
Claridad: a la hora de trasladar los beneficios en todos los puntos de contacto
Prescripción: a la hora de comunicar qué significa la marca para cada uno
Realidad: a la hora de confirmar la promesa en la práctica, en cada interacción
La reputación, por su parte, es reflejo de la fama y éxito logrado en el desarrollo de la actividad empresarial. Tiene un carácter social porque lo otorgan los stakeholders. Aumenta el valor de la empresa que la posee suponiendo una ventaja competitiva y es un signo de prestigio, reconocimiento y, lo más importante: confianza.
Tras este breve resumen yo me planteo: En el texto podemos ver que hace referencia a la reputación como algo positivo a lo que aspiran todas las empresas, algo deseable por todas ellas. Hace hincapié en todo lo que deben trabajar las empresas para alcanzar la reputación deseada, pues supone prestigio, honra a la empresa y aporta confianza basada en los hechos del pasado de la empresa, por todo su recorrido.
Sin embargo, ¿qué es de la mala reputación? Desde mi punto de vista la reputación no sólo tiene un único significado, sino más bien todo lo contrario. Creo que existe la buena y la mala reputación. Es el dircom el que trabaja en conseguir una posición deseada definiendo la política de comunicación corporativa y trazando un plan estratégico para la empresa, sin embargo, pueden surgir contrariedades externas que desmonten todo en lo que has trabajado o que el dircom cometa errores que en un principio él o ella consideraba aciertos y que la gente interprete algunas actuaciones de manera errónea y que ello derive en conseguir una mala reputación…
Por tanto, pese a que las ideas claves del texto son muy esclarecedoras, creo que faltan algunas consideraciones o una aclaración de si en el mundo de la comunicación solo hay una única manera de entender la reputación.
